Cada vez está más claro que hay pocas desventajas, si es que hay alguna, en introducir a tus hijos en el mundo de la programación cuanto antes. Ser capaz de desenvolverse en el mundo de la programación es una habilidad muy valiosa a medida que crecen, que puede ayudarles académica y profesionalmente.

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De ahí que exista una amplia gama de juguetes y robots diseñados para que los niños se familiaricen con la programación, aunque sus enfoques varían mucho. Algunos dispositivos STEM se centran en enseñar la importancia de la secuenciación, mientras que otros permiten incursionar en la IA. ¿Una lección importante? Tu hijo nunca es demasiado pequeño para empezar a aprender a programar, y ahora es probablemente el momento perfecto para conseguir algunos juguetes útiles para programar en casa.

Esta lista incluye algunos de los mejores robots y juguetes de programación del mercado, con opciones para todas las edades y presupuestos. Algunos requieren un smartphone o una tableta para funcionar, mientras que otros se centran en la diversión.

El Osmo Coding Kit es un pequeño e ingenioso conjunto de herramientas para ayudar a tus hijos a poner en marcha sus habilidades de codificación.

Hay dos kits disponibles, uno para el iPad de Apple y otro para el Fire Tablet. Basta con acoplar la tableta al soporte, colocar el reflector sobre la cámara y cargar las aplicaciones para empezar.

El kit incluye tres juegos: Coding Awbie, Coding Jam y Coding Duo. Utiliza los bloques incluidos colocados en la mesa delante del dispositivo para realizar acciones en los juegos. Ya sea mover unos puntos a la derecha, saltar un obstáculo o tocar una melodía.

Lo divertido es apilar los bloques para realizar varias acciones a la vez. Es divertido jugar, pero también hace que los más pequeños piensen de forma lógica y con una mentalidad de programación.

Sphero Mini es una versión más pequeña del juguete robot original con aplicación. Con el tamaño de una pelota de ping pong, puedes controlarlo con diferentes modos en la aplicación Sphero Mini, o simplemente con tu cara gracias a una nueva función llamada Face Drive. Como era de esperar, utiliza tus expresiones faciales para dirigir la pelota.

Sphero Mini cuenta con un pequeño giroscopio, un acelerómetro y luces LED, además de carcasas intercambiables.

Se carga por micro USB y ofrece aproximadamente una hora de juego tras una hora de carga completa. También viene con tres mini conos de tráfico y seis mini bolos para diferentes juegos.

Este mágico kit de Kano te permite construir tu propia varita antes de empezar a aprender a programar. El kit, que está muy bien montado, incluye instrucciones fáciles de seguir, piezas y esa varita tan importante.

Para mantener los costes bajos, tendrás que proporcionar tu propio dispositivo con el que emparejarlo (como un iPad o un smartphone), pero es bastante improbable que te falte uno de ellos, ¿verdad? Los niños pequeños tendrán dificultades si no cuentan con la ayuda de sus padres, pero este kit es una forma estupenda de explicarles la magia de la programación.

Dirigido a niños muy pequeños (mayores de 3 años), el Code-a-Pillar trata de aprender el valor de la secuenciación. La oruga puede dividirse en nueve segmentos que controlan si la oruga va a la izquierda, a la derecha, hacia delante o se contonea, entre otras instrucciones, con el objetivo del juego de alcanzar objetivos que se colocan en el suelo.

Se trata de un juego básico, pero es muy divertido y ayuda a empezar a construir los valores de dar órdenes para obtener un resultado. Sin duda un juego para preescolares.

Dirigido a niños de 6 a 10 años que quieren programar, el robot Mind Designer de la empresa italiana Clementoni es genial porque, aunque puedes mejorarlo con una aplicación, no necesitas un smartphone o una tableta para usarlo.

En su lugar, puedes programarlo pulsando una serie de botones en la parte trasera o, mejor aún, simplemente hablarle gracias al reconocimiento de voz. También puedes cargar el robot con aspecto de insecto con un bolígrafo para que te ayude a hacer un dibujo.

Botley 2.0 es un divertido robot programador apto para niños pequeños que no necesita smartphone ni tableta. En la caja recibirás un montón de accesorios para jugar y el mando a distancia para poder codificar hasta 150 pasos de instrucciones.

Puede parecer básico, pero Botley cuenta con detección de objetos, órdenes en bucle, seguimiento de líneas negras, sensor de luz de visión nocturna y ojos luminosos, entre otras funciones que los pequeños pueden controlar. Es perfecto para quienes se preocupan por el tiempo que pasan frente a la pantalla.

BinaryBots es un fabricante de juguetes robóticos inteligentes que utiliza el ordenador codificable de bolsillo BBC micro:bit en el interior del juguete (que se vende por separado, aunque es clave tenerlo en cuenta). Los niños tienen que construir el robot antes de poder codificarlo y controlarlo.

Hay tres kits para empezar: Tótem Cangrejo, Tótem Tortuga y Tótem Araña, que se pueden combinar y ampliar. Uno para niños mayores que quieran seguir experimentando.

Logiblocs es un juguete de codificación electrónica que permite encajar físicamente “comandos” para construir un sistema electrónico. Los bloques funcionan con pilas y están sellados para permitir el juego sin supervisión. Se pueden colocar de varias maneras para crear desde detectores de lluvia hasta una máquina de código Morse.

Hay varios juegos disponibles con una serie de proyectos diferentes para completar. Todo es intercambiable, por lo que se puede ampliar sobre la marcha. La empresa también tiene previsto introducir un accesorio Bluetooth para que los programas Scratch puedan controlar los circuitos Logibloc y viceversa.